Guillermo Bello.- Tulancingo de Bravo.- Entre veladoras dedicadas al diablo, grafitis y basura, turistas acudieron a la Zona Arqueológica de Huapalcalco para realizar rituales con los que buscan cargarse de energía positiva, en el marco del equinoccio de primavera.
Como cada 21 de marzo, los rituales para recargarse de energía positiva ante la llegada del equinoccio de primavera son una actividad común en las zonas arqueológicas debido al legado ancestral que representan estos sitios en el estado y el país.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por parte de la Secretaría de Turismo del estado para atraer un mayor número de visitantes a Huapalcalco, este jueves dicha zona se observó prácticamente vacía, pues apenas unos 10 visitantes acudieron para recibir a la primavera.
Algunos visitantes, quienes prefirieron omitir sus nombres, señalaron que si bien es satisfactorio acudir para realizar rituales energéticos, es triste ver el abandono en el que han dejado las autoridades esta zona, que es utilizada, afirman, incluso para hacer rituales de adoración al diablo, pues en algunos puntos cercanos a la pirámide principal se encuentran frascos de veladoras, flores y botes de alcohol farmacéutico.
Aunado a ello, expresaron su descontento respecto a los elementos encargados de resguardar esta zona, ya que, aseguran, “únicamente pierden el tiempo en la entrada y no vigilan realmente”.
Explicaron que la falta de vigilancia ha generado el desgaste de una pirámide y la desaparición de otra, las cuales son vestigios del paso de las culturas Teotihuacana y Tolteca por la entidad, por lo que resaltaron la necesidad de que autoridades del municipio, del estado y la federación “volteen a ver” este espacio antes de que se pierda por completo.
Finalmente, mencionaron que otra problemática detectada es la falta de guías que expliquen el origen de estas pirámides, la historia y, de ser posible, acompañen en un recorrido, ya que únicamente “entramos y vemos lo que parece ser una pirámide, pero no sabemos de cuándo es ni por qué está aquí, y a algunos, por desconocimiento de nuestra historia, no les importa dañar estas piezas”.