Alberto Witvrun.-Con riesgo de seguir los pasos de su antecesor, Filiberto Hernández Monsalvo que en noviembre cumplirá un año en libertad tras un oscuro acuerdo para reponer el 14.79 por ciento de los 15 millones que desvío; el neopanista Raúl Camacho Baños ve sus sueños de una carrera política en el cesto de basura y desesperado juega su última carta al negociar con Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) la candidatura de su esposa la diputada local Areli Maya Monzalvo.
Algo poco menos que imposible, porque Mineral de la Reforma fue asignado para candidato, pero su oferta permea en algunas esferas morenistas que observan como ninguno de sus precandidatos tiene el posicionamiento para aportar votos extras a los del partido, vitales para asegurar el triunfo, porque ya no basta con solo ser postulado por Morena.
Menos en un municipio donde el gobierno no cumplió y el aspirante mejor posicionado es Israel Félix Soto del Revolucionario Institucional (PRI) y con fuerte división en Acción Nacional (PAN) cuyo control perdió Camacho Baños con el ex diputado Luis Enrique Baños Gómez a quien le arrebataron hace ocho años el triunfo en tribunales para dárselo, a Filiberto Hernández.
El gobierno de Camacho Baños, estuvo envuelto en la polémica por sus confrontaciones con el gobierno estatal y organizaciones sociales, aderezado por conflictos legales de su familia, que llegaron a ordenes de aprehensión en contra de sus padres, mientras las obras fueron lentas, la seguridad pública severamente cuestionada y, no le bastó el trabajo de su brazo electoral la fundación Raúl Camacho.
Su salida del Revolucionario Institucional (PRI), partido que llevó a su madre Guadalupe Baños al Congreso local y al ayuntamiento, se debió a que no le cumplieron el compromiso de ser candidato y en su lugar postularon a Hernández Monsalvo; ahora sin fuerza en el PAN, de no conseguir postular de su esposa Areli Maya Monzalvo por Morena; su última carta será apoyar al candidato de este partido.
Porque de llegar al ayuntamiento Israel Félix Soto o Luis Enrique Baños Gómez, no habrá misericordia ni acuerdo en lo oscurito, ambos escudriñarán en su administración para fiscalizar obras y programas y de encontrar la mínima irregularidad procederán legalmente, lo que los mismos panistas aseguran no costará mucho trabajo, sobre todo en lo que se refiere a seguridad pública y la forma en que se otorgó la obra pública.