Alberto Witvrun.- La cuidada que no de terciopelo transición tiene riesgo de decisiones que pueden afectar
la percepción ciudadana sobre el gobierno de Julio Menchaca Salazar, una, para algunos
intrascendente no lo es, porque representa sana diversión para importante franja
poblacional asociada a la tradición religiosa pachuqueña amen de la derrama económica
que dejó de recibirse por pandemia y que puede rebasar los 200 millones de pesos.
La feria patronal en honor de San Francisco de Asís impuesta por las misiones franciscanas
sobre la Virgen de la Magdalena capilla construida cerca de Pachuquilla y luego Sobre
Nuestra Señora de la Asunción cuya iglesia inicial estuvo donde hoy se levanta el ex
convento de San Francisco terminado 1660.
El convento elevado en 1732 a Colegio Apostólico de Propaganda, 50 años después
alcanzó autonomía, iniciando aportaciones Pedro Romero de Terreros nombrado patrono
del convento así el Conde de Regla realizaba el 3 de octubre, una peregrinación con sus
trabajadores para iniciar las festividades el 4 de octubre en honor a San Francisco de Asís.
La feria tradicional se celebra en los alrededores del ex convento, pero en 1976, se
organizó la Feria del Caballo donde estaba el lienzo charro Nicolás Romero para 1981 se
trasladó a donde hoy están las sedes del Tribunal Superior de Justicia (TSJEH), el Sistema
de Administración Tributaria (SAT) y Radio y Televisión de Hidalgo (RyTVH) y para 1992 se
trasladó a su actual sede.
Desde entonces se convirtió en escaparte de la entidad, de ahí su importancia porque se
utilizó en dos gobiernos como parte de la estrategia para atraer inversiones, además de
cumplir socialmente con la población que la esperan para asistir a espectáculos artísticos
gratuitos; también para darle imagen y aprobación ciudadana al gobierno en turno.
Por ello la relevancia de la decisión del gobernador Julio Menchaca de cancelar a
sugerencia de Marco Antonio Aranzabal, quien a pesar de no tomar oficialmente la
dirección de la Operadora de Eventos esta a cargo de la transición, el cobro al Teatro del
Pueblo, medida que correspondió, así como la organización a Rafael Hernández Olín, con
el “argumento” de recuperar a este organismo que tiene números rojos.
Aplicar costo al Teatro del Pueblo, fue una mala jugada de Hernández Olín, no queda claro
si para perjudicar el evento feérico o intentar permanecer en el cargo que buenos
beneficios le dio; como sea Aranzabal Juárez, pero sobre todo el gobernador como
pachuqueño que creció en los alrededores de San Francisco y sabe la importancia popular
y económica de la feria por su experiencia en Desarrollo Económico, no cayeron en la
trampa y corrigieron la plana. Lo que no distrae de las expectativas por el cambio de
régimen.
