Jesús Sánchez
El compromiso de no endeudar al país parece que será flor de un día.
Porque contra lo que se ha presumido, en 2022 la deuda interna y externa lejos
de disminuir seguirá creciendo.
En el arranque del actual sexenio le metieron freno de mano al crecimiento de
la deuda, y eso se notó en la disminución del saldo histórico de 2019 respecto
a 2018, pero a partir del año pasado, considerado el peor en el último siglo, se
retomó el camino de vivir de prestado.
Casi sin hacer ruido el Congreso aprobará esta semana las autorizaciones para
contratar nueva deuda el próximo año. Y vaya que no son cacahuates.
Haga sus cuentas. De acuerdo con el proyecto de dictamen del decreto de la
Ley de Ingresos que votará esta semana el Senado, el Poder Legislativo
autorizará para 2022 un endeudamiento neto interno hasta por 850 mil
millones de pesos para contratar y ejercer créditos, empréstitos y otras formas
de ejercicio de crédito público, incluso mediante la emisión de valores, así
como un monto de endeudamiento neto externo por 3 mil 800 millones de
dólares.
Además, la alianza oficial seguramente aprobará a ojos cerrados nuevos
endeudamientos para Pemex, CFE y sus empresas subsidiarias, aunque en
votaciones aparte. No se sabe si se optó así considerando el riesgo de que
Pemex y la CFE pudieran perder el grado de inversión el próximo año.
Mientras son peras o manzanas el Congreso autorizará a Pemex contratar
deuda interna hasta por 27.2 mil millones de pesos y buscar préstamos
externos hasta por mil 860 millones de dólares. Es como echarle dinero bueno
al malo, dirían agudos analistas.
La CFE no se queda atrás pues podrá buscar financiamiento adicional hasta
por 4.1 mil millones de pesos y 794 millones de dólares. Esto
independientemente de la suerte de la contrarreforma eléctrica, a la que no se
le ve buena estrella.
Para documentar el pesimismo de los legisladores diría el maestro Monsiváis,
que en gloria esté, en el periodo comprendido de diciembre de 2018 a junio de
2021 solo la deuda externa bruta de México aumentó 20 mil 140 millones de
dólares.
Esto es, de diciembre del 2018 a junio del año en curso, los compromisos con
el exterior pasaron de 201.3 mil millones de dólares a 221.4 mil millones.
Ouch. Y como decía don Pedro, uno ya no sabe si ponerse a reír o llorar.
Hay que decir que ha habido amortizaciones importantes, pero el pago de
intereses sigue consumiendo los sueños de cualquiera. Por ejemplo, en el
primer semestre del año se pagaron 5.5 mil millones de dólares solo en
intereses.
Aunque se jura y perjura que estáa todo bajo control y que la deuda es
manejable, lo cierto es que el volumen de nuestros compromisos
representan alrededor del 60 por ciento del PIB. Decimos nuestros
compromisos porque somos los que al final los tenemos que pagar.
En 2020 la deuda representó 52.2 por ciento del PIB, pero el FMI pronostica
que la deuda del gobierno mexicano cerrará 2021 en 63 por ciento del PIB, 10
puntos arriba.
Esto puede parecer una simpleza pero aunque existan razones técnicas para
hacer crecer la deuda, la verdad es que el mexicano de a pie no nota a dónde
van a parar esos recursos.
Y ya nadie se hace ilusiones, la recuperación económica del país seguirá
siendo débil y sin apoyos, peor.
Esto solo quiere decir una cosa, lo más seguro es que tardaremos todavía un
buen rato en ver la luz verdadera al final del túnel.
Columnómetro de Aquiles Baeza
1.- Dicen que chanclas, bermudas y bronceadores serán parte de los nuevos
rubros que incluirán los funcionarios de Salud en el gasto federal, como parte
de su mudanza y aclimatación en la Perla del Pacífico, Acapulquito.
Guerrero necesita algo más que turismo burocrático y, mucho más que la
reinauguración del Parque Papagayo, aunque dicen que en realidad lo abrirán
al público hasta noviembre.
2.- Que los niños con cáncer fueron daño colateral de la cruzada contra la
corrupción, pinta la incipiente calidad moral de quien justificó así el desabasto
de medicamentos.
3.- Dicen que los más felices por el semáforo verde son los inquilinos de
Palacio, pues ahora podrán convocar a concentraciones masivas luego de la
muy solitaria conmemoración del Grito en el Zócalo.
4.- ¿Por eso votaron?
Los regios ya tienen su versión Tik Tok de princesas y dragones. Otro
gobierno de fantasía.
5.- La gobernadora nacional indígena, Candelaria Lázaro, acordó la firma de
un convenio de colaboración con el ayuntamiento michoacano de Pátzcuaro,
a fin de armonizar la autoridad constitucional con la autóctona, así como
fungir como conciliadores entre los diferentes grupos indígenas.
Se trata de crear puentes entre los grupos indígenas, organizaciones
educativas, empresariales y de gobierno para conciliar planes y programas de
desarrollo para los pueblos originarios, explicó Lázaro.
6.- Para arrancar la Sexta temporada de Bar Emprende, Genaro Mejía
desmenuza los sueños de todo emprendedor, Cómo pasar de una vida
ordinaria a una extraordinaria. Lo pueden checar en La última y nos vamos en
Newsletter de LinkedIn.
Aviso para los amables lectores. Esta columna aparecerá hasta el próximo
5 de noviembre. Pronto nos leemos.