Alberto Witvrun.-El flamante coordinador de Estrategias de Gobierno de Michoacán José Guadarrama Márquez, parecía haber encontrado un espacio que le permitiría el retiro de la vida política, pero con él aplica el viejo refrán popular de Genio y figura…Hasta la sepultura, y hoy aprovecha su posición a lado de Silvano Aureoles para ingresar a la actividad política partidista a su yerno.
Andrés Chávez Pumajero, aparece en la escena pública de Hidalgo como presidente de la Fundación Pro Amigo Hidalgo, estrategia de moda para promoverse y posicionarse en la opinión pública promovió hace un año una encuesta para reactivar el proyecto de construir un aeropuerto en el Valle de Tizayuca, que fuera bandera del gobernador Manuel Ángel Núñez Soto, quien en 1998 le ganó la candidatura del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en una polémica contienda interna a su suegro.
Su actividad pública del último año, parecía normal como socio del Grupo Holton, dedicada al equipamiento de plantas de la industria alimentaria, pero todo formaba parte de un plan para ubicarlo como una opción electoral para algún partido político, así que Guadarrama Márquez, el ex presidente municipal de Jacala, el dos veces diputado federal y también dos veces senador y mismo número de veces candidato a gobernador de Hidalgo, aplicó sus buenos oficios.
Con el apoyo del gobernador michoacano, logró entrevistarse con el presidente del Partido Acción Nacional (PAN) para incluir en las candidaturas comunes con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) la de su yerno por Pachuca, lo que no ha sido bienvenido por dirigencias y militancias de ambos partidos, ante la urgencia panista de no cargar directamente con la derrota anunciada producto del mal gobierno de Yolanda Tellería.
Lo que no esperaban es que el ex senador perredista Isidro Pedraza Chávez decidiera participar como candidato a presidente municipal de Pachuca, luego de que se echó para atrás el empresario Jorge Conde Rivemar, que había manifestado su interés de competir por el ayuntamiento capitalino, así con un más de un pie en el retiro, quiere agregar a su legado político lleno de etapas oscuras a su yerno: Andrés Chávez Pumajero.