El proyecto de Jaime Lozano en el banquillo de los Tuzos se tambalea peligrosamente y entrará en una semana crucial, donde dos partidos marcarán el futuro inmediato del técnico.
Tras una preocupante racha de siete partidos consecutivos sin victoria, el panorama para el estratega nacional luce cada vez más tenso en la institución hidalguense.
La presión aumentó luego del sorpresivo revés 2-0 ante Querétaro, último lugar de la tabla, y el empate a media semana frente al Puebla, resultado que dejó un sabor amargo en la directiva. Con estos marcadores, Lozano igualó la cuarta peor racha sin triunfos para un entrenador en Pachuca, compartiendo ese incómodo registro con Víctor Manuel Vucetich y Guillermo Almada.
Aunque aún se encuentra lejos de los históricos 11 partidos sin ganar de Alfredo Tena y Paulo Pezzolano, la falta de resultados comienza a poner en duda la viabilidad de su gestión. Tena y Pezzolano, cabe recordar, firmaron esas rachas con combinaciones de empates y derrotas que marcaron puntos bajos en la historia reciente del club.
Los próximos compromisos contra Atlético de San Luis y Puebla se presentan como una última oportunidad para Lozano. A pesar de que ambos rivales parecen accesibles en el papel, cualquier tropiezo podría resultar definitivo.
Con la fecha FIFA en puerta, el tiempo de análisis se acorta y el margen de error se agota. Si no hay una reacción inmediata del equipo, el único movimiento que Lozano podría comandar en octubre sería el de su salida del Club Pachuca.