Manuel Castellanos. Ciudad de México.- En el primer trimestre del año la inflación alimentaria alcanzó los dos dígitos el encarecimiento de los alimentos imprescindibles de la canasta básica para las familias mexicanas alcanzó el 16 por ciento afectando economía y salud de millones de personas principalmente menores y de la tercera edad
Así, el precio de un bolillo pasó de 2.50 a 4.50, pesos; el kilo de huevo de 46 a más de 94 pesos; la tortilla alcanzó en algunos lugares 30 pesos por kilo y el de pollo de 85 a $200 pesos mientras el kilo de carne de res llegó a un precio récord de 230 en verduras el kilogramo de jitomate de 21 pesos paso a 37 y el de tomate de 21 hasta 42 pesos.
El estudio de la inflación en los productos alimentarios pertenece a la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) que considera que la “cuesta de enero” este año se convirtió en una pendiente empinada con escalada al alza en los precios de los alimentos, provocando vértigo y dolor de millones de familias.
Para el presidente de la alianza Cuauhtémoc Rivera, “lo que las familias sufren día con día al luchar por una alimentación digna y nutritiva es el verdadero Viacrucis, su cuota de dolor es muy alta y cada vez se ve más lejos el que millones de mexicanos puedan tener una alimentación rica y nutritiva a la que sin excepción, tienen derecho. “El desfile de aumentos es largo y doloroso. Resultaría más sencillo enunciar aquellos productos que no han subido sus precios”, concluyó.