La planta tratadora de Atotonilco de Tula retira los metales pesados de las aguas residuales, pero también el volumen del líquido y la materia orgánica, lo que provoca infertilidad de suelos para sembrar en el Valle del Mezquital, aseguró Fernando Sánchez Reyna, representante de la Unidad de Riego Tepatepec.
Por ello, los 40 mil productores de las 51 mil hectáreas de los distritos de riego demandan el retiro de la planta, que es operada por Grupo Carso, pese a que existe un decreto de 1927 que prohíbe concesionar este recuso a particulares, señaló el también integrante del Consejo Hidráulico en Defensa de las Aguas Residuales para Uso Agrícola.
“Nos ofrecen muchas alternativas, menos una para solucionar lo que nos está perjudicando. Nos ha generado miles de millones de pesos en pérdidas, en forraje, frijol, maíz y pues tampoco dan una alternativa para mitigar esas pérdidas desde hace tres años. Ni siquiera han dicho los vamos a subsidiar con un precio fijo en el producto para que más o menos se recuperen”, explicó.
Indicó que como distrito de riego –creado con otro decreto de 1955– dependen del río salado, los lagos de Texcoco y Zumpango, así como las presa de Nochixtongo, Requena y de Taxhimay, pero el agua es regresada a la capital del país con ayuda de 13 plantas concesionadas en el Valle de México.
“Con el tratamiento cambia su PH, le echan hipoclorito de sodio, la hacen más salinas, llega a los terrenos y lo único que provocan es la incapacidad de los cultivos”.
De acuerdo con el productor, esta tarde se llevó a cabo una reunión con autoridades federales, entre estas de la Comisión Nacional de Agua (Conagua), pero no hay solución.
Por Oliver García