Arturo G. Alanis. Ixmiquilpan.- Entre importante enojo ciudadano, con escueto acto y sin su habitual convivio, inauguró el presidente municipal, Pascual Charrez Pedraza, la obra de remodelación de la plazuela del barrio de San Antonio.
La molestia de los lugareños fue porque la alcaldía ejecutó aquellos trabajos sin consultarlos y durante plena temporada decembrina, lo cual perjudicó a los comerciantes del barrio en mención.
Y es que las labores de rehabilitación, que incluyeron el reencarpetamiento de la cinta asfáltica, provocaron la obstaculización del paso de vehículos con mercancías, lo mismo que las áreas de estacionamiento para los clientes.
En consecuencia, sufrieron considerables mermas en su economía los comercios establecidos de este barrio, así como los vendedores semifijos, que se instalan en ese sector, durante el tradicional tianguis de los lunes.
Así que, contrario a la costumbre de Pascual Charrez, sin celebraciones y con mínima presencia de lugareños, se dio por entregada esta remodelación; eso sí, el alcalde presumió de la compañía de su hermano, Vicente Charrez Pedraza, dirigente de la agrupación Avance, y a quien además endosó la gestión de esa obra.