Alberto Witvrun.- Nadie en Actopan recuerda una mala administración municipal como la de Imelda Cuéllar Cano, que supero en menos de un año los yerros de su antecesora, que no fueron pocos;
aunque había otros cuadros con más méritos, escaló a la candidatura de Movimiento de
Regeneración Nacional (Morena) impulsada por el secretario de Gobierno Guillermo
Olivares Reyna a quien hace quedar mal un día sí y el otro también.
La presidenta municipal camina entre la opacidad, mala rendición de cuentas y sospechas
de corrupción, sin poder resolver temas sentidos de la población como la recolección y
confinamiento de los desechos sólidos; seguridad pública, que obligó a los ciudadanos a
organizarse, con los riesgos que esto implica, porque siempre que detienen a un presunto
malandro, ronda el fantasma de hacerse justicia de propia mano.
La organización de la tradicional Feria se la Barbacoa tiene sospechas de corrupción y de
caprichos personales como realizar la competencia anual en las instalaciones fericas a
escasos cien metros del basurero y no en el mercado municipal, lo que generó perdidas
más que ganancias a los barbacoyeros y malestar social, mientras en la asamblea
municipal los regidores cuestionan todo.
Si eso no fuera suficiente, el vehículo que la transportaba a un evento, se vio involucrado
en un accidente vial con un motociclista al que responsabilizaron del percance y ella
prefirió entrar al evento que ver si no requería atención médica, lo que al conocerse
aumento la pésima calificación en que la tiene la mayoría de la población, aunque ella
exprese que mientras este bien con quien despacha en el segundo piso de Plaza Juárez, no
pasa nada y sustenta su dicho con lo que dijo Olivares Reyna en su informe.
Pero no se puede tapar el sol con un dedo, así que para muestra un botón en la elección
de comités seccionales, mal le ha ido a sus candidatos, la derrotas más visibles fueron en
El Daxtha y en el reino del panalista Sergio Hernández Bothi Baji, pero no solo en estos
seccionales Cuéllar Cano ha recibido la desaprobación de los actopenses.
