Arzobispo y obispos de la Provincia Eclesiástica de Hidalgo se pronunciaron en contra de la decisión del Senado de la República de aprobar el uso lúdico de la marihuana por considerarlo una amenaza de muerte para los consumidores y criticaron las prioridades gubernamentales, que debe ser atender la emergencia sanitaria por pandemia de Covid-19.
La Iglesia Católica en Hidalgo dio a conocer su postura este martes mediante un comunicado detallado que reune el sentir de Domingo Díaz Martínez, arzobispo de Tulancingo, Juan Pedro Juárez Meléndez obispo de Tula y José Iraís Acosta Beltrán, de Huejutla.
«Todo tipo de narcóticos perjudican gradualmente la salud, hasta terminar en la muerte de quien los consume, dejando en lamentables situaciones a las familias de quienes han sido víctimas de esta enfermedad», dicta parte de la carta dirigida tanto al gobierno federal como a la sociedad en general.
La crítica principal contra los gobiernos se centró en la omisión para crear políticas públicas en pro de la generación de empleos, así como la dotación de medicinas y alimentación para resarcir el daño que la pausa económica por la pandemia ha dejado.
La institución subestimó la estrategia como una permisiva que podría acentuar la crisis económica, laboral y de seguridad.
«Vemos una señal de una política de Estado que ignora al débil y descarta a quienes deberían ser más tutelados. La legalización de un estupefaciente, sea este u otro, significa voltear la vista e ignorar las necesidades reales de la sociedad, y más aún en el contexto actual de la pandemia de Covid- 19, la crisis económica y la crisis de inseguridad».
Ante este panorama, anunciaron que actuarán para proteger a las familias de la drogadicción con campañas de información acerca de las adicciones y de las consecuencias de los narcóticos.
Por Eunice L. Rodríguez