Miguel Á. Martínez. Tula de Allende. Ropa interior, colchones, trastes y utensilios de cocina para preparar alimentos, además de estufas, enseres domésticos en general y productos de limpieza son los artículos que continúan necesitándose en las colonias populares de Tula, tras la inundación de la semana pasada ante el desbordamiento del principal cuerpo de agua que atraviesa la demarcación.
Cabe recordar que, entre la noche del pasado 6 de septiembre y la madrugada del día siguiente, ciudadanos tulenses avecindados en al menos 9 localidades además de la cabecera municipal perdieron todas sus posesiones tras el desborde de los ríos Tula y Rosas.
A diez días de la emergencia, todas las comunidades afectadas han denunciado la falta de apoyo de los tres órdenes de gobierno, pero en especial del municipio, quien debería ser la primera instancia que viera por ellos: “por principio de cuentas, actuaron de forma negligente ante la inundación”, coincidieron vecinos de la calle 3 Culturas de la colonia 16 de Enero.
De manera conjunta, Briyan David Yáñez Avendaño y Ascensión Pérez Arteaga consideraron de manera conjunta que su arteria fue la más castigada del vecindario, pues sus pertenencias quedaron sumergidas bajo las aguas negras del río, que alcanzó una altura de 3 metros y medio.
En tanto, Sara Rincón Alcántara, habitante de la calle Pirámides, que no resultó afectada, dijo que ella, como ha podido, ha acudido a auxiliar a sus vecinos, dado que de parte de los tres niveles de gobierno se había visto nulo apoyo. Afirmó que apenas ayer, la federación les mandó maquinaria para sacar las pertenencias que les echó a perder el agua.
Rosa Alonso Pedroza, lamentó que haya sido hasta una semana después de que el río destruyó sus hogares que se recibió apoyo de la autoridad federal: “hasta ayer mandaron maquinaria para ayudarnos a sacar los escombros de las casas, pese a que fuimos una de las zonas más castigadas del municipio”.
Reprochó que, de parte del gobierno municipal no hayan recibido nada y denunció que el alcalde Manuel Hernández Badillo, ni siquiera se ha dignado a pararse por su calle, por lo que ya le alistan una “fiestesita” al Ejecutivo tulense.
Los cuatro entrevistados coincidieron en comentar que lo que más les hace falta para iniciar a reconstruir su vida y recuperar sus pertenencias son colchones, parrillas o estufas para cocinar sus alimentos, mesas, sillas y muebles para guardar sus ropas: “porque ropa y despensas, ya son suficientes, de qué sirve que nos traigan alimentos crudos sino tenemos en qué prepararlos”, cerró.