Juan Manuel Pérez.- La mayoría de los Centro de Reinserción Social (Ceresos) del estado presenta sobrepoblación, revela el informe anual de centros de reclusión de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH), lo que genera camas compartidas, paredes deterioradas, techos con filtraciones, mobiliario en mal estado e infraestructura con daños en general.
Por ello es necesario implementar un plan de rehabilitación integral que contemple la reparación de las instalaciones, el mantenimiento preventivo y la garantía del suministro constante de agua potable y programas adecuados de reinserción social.
Esto luego de visitas a los 84 municipios y los 12 Ceresos, además del Centro de Internamiento para Adolescentes (CIPA), verificando las condiciones que guardan los derechos humanos de las personas detenidas y privadas de la libertad en estos espacios.
Las consecuencias que evidencia la CDHEH, son falta de gobernabilidad, atención médica integral e insuficiencia de programas de reinserción social, teniendo como consecuencia violaciones a los derechos de las personas privadas de la libertad en los penales.
Los datos indican que el 60 por ciento de los centros reportan sanitarios y regaderas en buenas condiciones, lo cual representa un cumplimiento parcial de los estándares requeridos. Sin embargo, en centros como Huichapan estas áreas son calificadas como “regulares”.
Las principales problemáticas observadas incluyen fugas de agua, deterioro en las tuberías, falta de limpieza y escasez de recursos básicos como agua potable y artículos de higiene personal, lo que afecta la salud de reclusas y reclusos, generando un entorno propicio para la proliferación de enfermedades infecciosas y otros problemas por la falta de higiene.
En un contexto de hacinamiento, estas problemáticas se agravan, ya que la sobreocupación incrementa la presión sobre los sanitarios y dificulta el mantenimiento adecuado.
