Vía Libre.- Abonará a la economía local la terminación del gasoducto Ramal-Tula, señaló el
gobernador Julio Menchaca Salazar, luego del anuncio de que el Gobierno de México retomará y
concluirá el proyecto de origen canadiense.
El gas, dijo, es un energético fundamental en el desarrollo económico, por lo que teniendo cerca
ese conducto puede haber disposición para que más empresas se instalen, por ello, viene a ser
una infraestructura más de soporte para el impulso a la actividad económica de la entidad,
expresó.
La empresa canadiense de ingeniería, logística y energía ATCO informó la entrega del gasoducto al
gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para que éste lo concluya, luego que
quedó paralizado debido a una disputa con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), a quien le
iban a suministrar gas natural a su central eléctrica al norte de la Ciudad de México.
“La inversión es de una empresa privada y también del Gobierno Federal, en algunos casos por el
derecho de vía… no sé cómo se haya convenido, pero, para nosotros, además de la ubicación
geográfica y las comunicaciones al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), viene a reforzar
la infraestructura para lo que ha mencionado el presidente, es decir, el crecimiento de la zona
metropolitana de la Ciudad de México e Hidalgo”, expresó el mandatario hidalguense.
Particularmente, sobre este tema, dijo, no lo ha platicado con el presidente Andrés Manuel López
Obrador a fin de detallar cuándo y cómo serán los trabajos para finalizar el ducto que atraviesa
Hidalgo.
“Vi al presidente recientemente, pero no se tocó ese tema, está pendiente un acuerdo en donde
hay otros temas de interés del estado, que en el momento en que nos convoque estaremos
listos”, expresó.
El proyecto del gasoducto Ramal-Tula consiste en el diseño, construcción, operación y
mantenimiento de un gasoducto con capacidad de 505 millones de pies cúbicos diarios. La
longitud aproximada del gasoducto es de 17 kilómetros y 30 pulgadas de diámetro.
Este ducto transportaría gas natural del sistema Cempoala-Santa Ana, en el estado de Veracruz, a
la central de generación de Tula, en Hidalgo. La inversión estimada para su construcción es de 65
millones 686 mil 511 dólares, es decir, mil 353 millones 142 mil 126 pesos mexicanos.
