Ángel Bautista. Huejutla de Reyes.- La publicación de la nómina municipal catalogado como el municipio más pobre de Hidalgo, ha expuesto una profunda disparidad económica entre sus funcionarios municipales y la mayoría de sus habitantes.
La presidenta municipal panista, Erika Hernández Ramírez, percibe un salario bruto mensual de 67 mil 729 pesos, cifra que contrasta con las condiciones de vida en el municipio donde el 88.27 por ciento de la población 17,101 personas viven en condición de pobreza, y donde el ingreso promedio depende de trabajos temporales en el campo, pagados a razón de 200 o 250 pesos por jornada.
El contraste salarial se mantiene marcado entre la cúpula administrativa y los trabajadores de menor rango. Puestos clave como el síndico, 33 mil 624 pesos; tesorero, 28 mil 402 pesos y la presidenta del DIF, 27 mil 573 pesos, remuneraciones superiores a las de los regidores que tienen un adieta de 21 mil 678.42 pesos y el personal operativo, tiene sueldos en un rango de 4 mil 951 a 6 mil602 pesos mensuales.
La brecha abismal entre estos ingresos oficiales y la precaria realidad de la mayoría de los pobladores de Xochiatipan, quienes dependen de la disponibilidad de labores eventuales para sobrevivir, subraya la desigualdad dentro de la administración pública del municipio más rezagado económicamente del estado.
La controversia por los altos sueldos, generó cuestionamientos sobre la continuidad de personal de administraciones pasadas en la actual nómina y señalamientos por presunto conflicto de interés. Así el hermano de la alcaldesa, Eduardo Hernández Ramírez, de oficio carnicero, ahora dispone de maquinaria que, según se presume, es rentada al gobierno de su hermana, Erika Hernández Ramírez lo que añade una capa de opacidad a la gestión, intensificando el debate público sobre la correcta aplicación de los recursos en un municipio con necesidades tan urgentes.
