Arturo G. Alanís. Tasquillo.- Fuerzas policiales frenaron sobre la carretera federal México – Laredo una nueva incursión del beligerante Sindicato del Cemento cuando un centenar de integrantes de esta organización se dirigían a Zimapán, donde meses atrás trataron de apoderarse por la fuerza de contratos colectivos de trabajo y para el acarreo de materiales de la industria minera.
Personal de la policía estatal respaldados por policías de varios municipios detuvieron la caravana a la altura de la comunidad de Remedios de los supuestos afiliados a la organización sindical de José Neri Ortega Blancas que viajaban en un autobús, tres camionetas, dos Van y una Hummer.
Esto en un intento de llegar a Zimapán, donde se preveía que realizarían una movilización de protesta; situación que al conocerse directivos de empresas mineras, transportistas locales y trabajadores empezaron a organizarse para repeler a los “esquiroles” que generaron inestabilidad hace un par de meses.
Se especuló que el Sindicato del Cemento intentaría nuevamente obstaculizar labores en minas de Garabatos, en su pretensión de acaparar el trabajo de acarreo de minerales y no minerales y desplazar a transportistas zimapenses.
Y que tomarían como pretexto nuevamente es caso de las menores violentadas, para permanecer y presionar mediante bloqueos que detengan y apliquen la Ley en contra de los implicados, aunque el objetivo real es otro.
Habitantes y transportistas locales, pidieron la intervención de las autoridades por lo cual desde temprana hora fue montado el retén, en la vía Tasquillo-Zimapán. Simultáneamente, transportistas de minerales y no minerales se congregaron en la comunidad de El Aguacatito, para «darle la bienvenida» a la huestes de Ortega Blancas.