Alberto Witvrun.- En la edición de Vía Libre del 24 de febrero se denunció en un trabajo de los reporteros
Manuel Castellanos y Jesús Castillo la afectación de un polígono propiedad de Sociedad
Real Zumate por obras del libramiento Real – Huasca, tras ser pospuesta la audiencia
constitucional que después del otorgamiento de las suspensiones provisional y definitiva
de amparo se esperaba en el juicio un fallo a favor de este grupo de comuneros de Pueblo
Nuevo, Mineral del Monte.
Esto porque el juez federal aceptó la inconformidad de un tercero, lo que obligó a un
peritaje para definir a quien pertenecen esos once mil metros; lo que fue factor para que
se pospusiera nuevamente la inauguración de esta obra de 9.4 kilómetros, inversión de 5
mil 48 millones y siniestros que cobraron la vida de 8 trabajadores, aunado a las
irregularidades financieras observadas por la Auditora Superior de la Federación (ASF).
Lo que no esperaban es que este problema que no se quiso resolver en la Secretaría de
Gobierno de Hidalgo (Segob) y el Centro Hidalgo de la Secretaría de Infraestructura,
Comunicaciones y Transporte (SICT) destapara un gigantesco fraude inmobiliario
mediante la venta individual de tierras que son propiedad comunal, que los integrantes de
la Sociedad Real Zumate denunciaron a la presidenta de la República.
Causa por la que no fue inaugurado el libramiento el 28 de febrero y tal vez tampoco el 11
de marzo, hasta que estén resueltas las irregularidades financieras de la obra y la disputa
legal por las tierras, porque el caso de Pueblo Nuevo, no es el único hay otros propietarios
de tierras en territorio de Omitlán de Juárez que también reclaman afectaciones, pero no
están organizados ni quien los represente legalmente.
El fraude inmobiliario no se gestó ayer, proviene de otros tiempos, el cual no quiso ser
atendido en por lo menos cuatro pasadas administraciones, por ahora el planteamiento
expresado en dos cuartillas a la presidenta por los integrantes de la Sociedad Real Zumate,
es claro y concreto, aunque no es caso que pueda ser resuelto fácilmente, hoy está en la
voluntad política de quien dirige el país.
