Alberto Witvrun.- Tras abandonar las filas del Revolucionario Institucional (PRI) el grupo independiente en
las siguientes semanas buscará capitalizar el impacto político y social que su decisión
causó en la población y en lo particular en la militancia priista, que en importante
porcentaje seguirá los pasos de por quienes votaron en las elecciones estatales y
municipales de Hidalgo ante el desprestigio de la marca.
Se observan dos alternativas la primera es negociar con Movimiento Ciudadano la
adquisición de la franquicia estatal, lo que es factible por las buenas relaciones que Omar
Fayad mantiene con Dante Delgado a quien no le vendría mal que de 20 mil votos que
sumó como candidato a gobernador Francisco Xavier Berganza, en las elecciones de 2024
puedan triplicar o quintuplicar esa cifra y diputar la tercera fuerza política.
La segunda sin descartar la anterior es la creación de una asociación que les de
organización e identidad para capitalizar su salida, además sería importante para en el
mediano plazo crear un partido político estatal, mientras arman una estructura con
comités regionales para agrupar a sectores sociales que les permitan influir en la vida
política de Hidalgo.
Ambos escenarios abren un hueco al PRI y harán inútiles los esfuerzos del grupo de
Carolina Viggiano para recuperar a un agónico partido cuya marca esta desprestigiada
condición que se agravó con la deserción junto con una amplia carencia de cuadros
además del desaprovechamiento de los pocos activos que les quedan al nombrar una
dirigencia ilegal e ilegítima por la ambición de apoderarse de la estructura burocrática.
En las siguientes semanas los ex priistas darán el siguiente paso, mientras la dirigencia
viggianista se desgata en infiernitos al tratar infructuosamente de judicializar un asunto
estrictamente político, con señalamientos de corrupción que de no probar se revertirán
en su contra y provocarán mayores deserciones.
