Tlahuelilpan.- El arzobispo de Tulancingo, Domingo Díaz Martínez entregó los rosarios que envió el Papa Francisco a las familias de las víctimas del Viernes Negro en San Primitivo y oficio una misa donde pidió por el consuelo de los deudos y por el eterno descanso de los fallecidos.
Igualmente hizo votos por la salud de las once personas que aún se encuentran graves en hospitales, en la liturgia participaron también los obispos de Tula y Huejutla, Juan Pedro Juárez Meléndez y José Hiraís Acosta respectivamente además del gobernador Omar Fayad Meneses.
Al finalizar la misa, el mandatario estatal calificó al estallido de Tlahuelilpan como la peor tragedia de la historia de la entidad a 150 años de la fundación de Hidalgo, dio a conocer que van 132 fallecidos a pesar de los esfuerzos médicos.
Aún quedan once personas hospitalizadas, cuatro en estado crítico, una de ellas entre la vida y la muerte; Fayad Meneses indicó que no todo en el escenario de Tlahuelilpan son malas noticias, ya que cuatro personas siguen en evolución satisfactoria.
Por Miguel Á. Martínez