Tlahuelilpan.- Creció la cifra de muertos por la explosión de un ducto de Pemex el pasado 18 de enero en la comunidad de San Primitivo, con ello el número del “Viernes Negro” asciende a 125; a la par, los heridos que reciben atención médica en hospitales de la Ciudad y Estado de México además de Hidalgo y Galvestón, Texas se redujo a 23 personas.
Los últimos tres fallecidos recibían atención médica en la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) de Magdalena de las Salinas de la Ciudad de México; con los decesos del reciente fin de semana, disminuyó a cuatro el número de pacientes que son atendidos en el Seguro Social después del estallido.
Aún quedan 22 personas heridas que son atendidas en hospitales de la Ciudad, Estado de México, Hidalgo y Galvestón, Texas. Hasta el momento, únicamente dos afectados han obtenido el alta médica.
El aumento de fallecidos se produce, aún cuando el pasado martes la Secretaría de Salud anunció que la fase de emergencia sanitaria por la explosión concluyó para pasar a una etapa de asistencia con lo que garantizó la atención médica de las personas hospitalizadas.
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, informó que desde el día de la explosión a la fecha, han atendido a un total de 81 heridos en hospitales estatales y del gobierno federal, con una mortalidad hospitalaria del 60 por ciento.
Hasta el 22 de enero pasado, de los 68 restos humanos que fueron hallados en la zona de la explosión, fueron identificadas 16 personas, 15 de las cuales ya fueron entregadas a sus familiares.
Por Miguel Á. Martínez