Jesús Sánchez
Ya se veía venir. La pesadilla del aumento de precios está otra vez entre
nosotros y hace temblar el bolsillo de los mexicanos.
Aunque claro, vivimos en una dimensión sexenal en el que los precios no
aumentan solo se ajustan, pero para efectos prácticos es lo mismo.
Lo malo es que la inflación siempre pega donde duele, en la canasta básica,
principalmente en el precio de la tortilla y en combustibles como el gaaaaaas.
Y ojo, reconocer que los precios de las gasolinas han venido creciendo, no
hace a nadie egoísta.
Pero vamos por partes.
El tortillazo ya nos alcanzó y anda como alma en pena.
Y duele, pues no es otra cosa que un golpe bajo a un producto ancestral, que
forma la base de nuestra dieta y cultura alimenticia.
Agárrese porque para los economistas hay señales inequívocas de que al
cierre de 2021, la inflación podría llegar al doble de la registrada el año
pasado, es decir, entre el 6 y 7 por ciento.
Mientras se dan a conocer las medidas que tomará el gobierno federal para
atemperar el impacto negativo de ese aumento de precios en la población,
aunque parece que hay que esperar sentados, el precio promedio de la
tortilla en el país ya se dolarizó, pues está en promedio en 20 pesos el kilo,
equivalente a un dólar.
Las causas de estos aumentos son multifactoriales, es decir que no pueden
atribuirse exclusivamente a los productores de la tortilla sino a la falta de
maíz derivado de largas temporadas de sequía, además del encarecimiento
de otros insumos como el gas, la luz y el agua, dicen los productores.
Este fin de semana El Financiero dio cuenta de ocho entidades en el país que
vendieron el kilo de tortillas en más de un dólar, arriba de los 20 pesos:
Sonora Baja California y Yucatán se despacharon con la cuchara grande y
cotizaron por arriba de los 21 pesos.
En Guerrero, Baja California Sur, Sinaloa, Tamaulipas y Guanajuato poco falta
para que se dolarice el precio de la tortilla.
En la Ciudad de México el kilo anda cerca de los 18 pesos, cuando apenas en
marzo pedían 17 pesos, equivalente a tres viajes en metro.
Como ya pasaron las elecciones ahora sí se encienden los focos de alerta.
Para variar las políticas públicas son reactivas en lugar de prevenir. Lo peor,
es que las decisiones tardan demasiado y las toman hasta que el problema
casi nos asfixia. Se le meten muchos recursos a Sembrando vida y no ponen
atención a la producción de maíz.
Por eso, no es exagerado equiparar el aumento de precios de la tortilla con
una tragedia nacional, nada más hay que revisar los datos de consumo.
De acuerdo con el CONEVAL un mexicano del sector rural consume en
promedio 79.5 kilos de tortilla al año, mientras que un mexicano urbano 56.7
kilos. Los datos hablan por sí solos, el 98.6 por ciento de los mexicanos
incluimos la tortilla en nuestra dieta.
El colmo, en Tlaxcala, nombre cuya raíz náhuatl significa “lugar de tortillas”,
el precio se había mantenido en promedio en 12 pesos, pero este año se
disparó a 14 pesos el kilo.
¡El gaaaaas!
Los precios del gas licuado o gas LP también se dispararon. El precio
promedio del kilo o litro de gas LP anda en 24.25 cuando se cotizaba en
diciembre del año pasado en 19.35 pesos.
Los precios también son diferentes dependiendo de la región, el más bajo
está en la zona centro y los que pagan más por el combustible son Coahuila,
Nuevo León, Tamaulipas y San Luis Potosí. Lo paradójico es que entidades
como Veracruz y Campeche pagan más caro el gas que en el centro.
El problema de ponerle tope a productos como el gaaaaas, es que luego
escasea.
El Gasolinazo se mueve
Curioso que se diga que en este sexenio no ha habido gasolinazos, pero los
precios dicen otra cosa.
En 2019 el precio de la gasolina regular o Magna era de 19.35 pesos el litro
que implicó un incremento de 5.61 por ciento, es decir, 2.78 puntos
porcentuales arriba de la inflación.
Lo insólito. El año pasado, en medio de la pandemia, el precio de la gasolina
bajó en promedio 7.2 por ciento, reflejo del bajón en la demanda. A lo largo
del 2020 la Magna promedió 17.96 pesos por litro, esto es 1.30 pesos menos
que en 2019.
Pero en 2021 las gasolinas retomaron su ritmo alcista.
Compare usted. El 24 de junio del 2021 la gasolina Magna Pemex costaba
20.87 pesos el litro, mientras que la Premium llegó a los 22.69.
Este fin de semana, el 3 de julio las gasolineras de Pemex vendieron el litro
de Magna en 21.29 pesos y la Premium en 23.29.
Dicen que no hay aumento, pero la realidad es que cada día sale más caro
llenar el tanque.
Frente a estas olas de aumento de precios el consumidor final, pone cara de
¿y yo por qué?
Columnómetro de Aquiles Baeza
1.- Solo falta que alguien diga que a pesar de la elevada inflación que
padecemos, a México le ha ido menos mal que a otras naciones como
Argentina o Venezuela.
2.- “El INE hará la consulta popular con los recursos con que cuenta”. Frase
lapidaria harto realista.
3.- La consulta del 1 de agosto huele a desperdicio de tiempo y recursos
#LaJusticiaNoSeConsulta.
4.- Este lunes José Antonio de los Reyes Heredia asume la rectoría de la
Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), relevo de Eduardo Peñaloza
Castro. El principal reto de De los Reyes Heredia es garantizar el retorno
seguro de la comunidad universitaria a las aulas. Enhorabuena. La ceremonia
se puede seguir en @uam.mx y UAMVIDEOS de YouTube.