Alberto Witvrun.- El fin de semana acudimos a un espectáculo cómico político protagonizado por el presidente de la mesa directiva del Senado de la República Gerardo Fernández Noroña en
una parodia del Síndrome de la Chimoltrufia, que se pudo bien titular “Como digo una
cosa digo otra” frase inmortalizada por el personaje ficticio creado por Chespirito en la
serie Los Caquitos cuyo sobrenombre viene de la composición de las palabras chimuela y
atrofiada.
Hace once meses en mayo de 2024 el orgulloso militante del Partido del Trabajo (PT) que
reclamaba el reparto de posiciones que había realizado el presidente Andrés Manuel
López Obrador de acuerdo al resultado del proceso interno de Movimiento de
Regeneración Nacional (Morena), sostuvo públicamente que había persecución política en
Hidalgo.
Dijo había dos presos políticos, y acusó de ello al Ejecutivo Estatal y defendió la
participación del Clan Sosa Castelán en la 4T y amagó con asistir a una movilización a favor
del ex presidente municipal de Progreso de Obregón Armando M. O., a la cual de última
hora no asistió, pero ofreció su respaldo a quienes han usufructuado la inteligencia de la
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) cuatro décadas.
En su visita para promover la elección del Poder Judicial, hubo amnesia colectiva,
Fernández Noroña, fue recibido con bombo y platillo, mientras sus ex amigos, anunciaban
en el congreso estatal petista que promoverán la Revocación de Mandato y como dijo una
cosa dijo otra o lo que es lo mismo evadió hablar de lo que hace once meses sostenía y de
lo cual hay grabaciones.
Todos aquí, parecieron olvidar la afrenta y, le rendieron pleitesía al presidente de la
Cámara Alta, que se afilió a Morena, para poder serlo y, de paso olvidar sus acusaciones
de que en Hidalgo había persecución política y de defender al Clan Sosa Castelán de quien
hace once meses reconocía sus aportaciones a la Cuarta Transformación, por lo pronto sus
evasivas respuestas lo muestran como es.
