Alberto Witvrun.-El paro de distribuidores de Gas LP comisionistas que amenazaban con generar un desabasto en varios estados, marca una pírrica victoria para la Secretaría de Energía del gobierno federal, porque pudieron diluirlo, no así el creciente malestar de quienes han realizado un esfuerzo para comprar un camioncito, pagar la afiliación a una organización para vivir de la distribución de cilindros.
Esta reacción generada por el establecimiento unilateral de un tope en el precio del comstible que las grandes empresas distribuidoras no quisieron cargar al precio final es decir al consumidor, afecta seriamente las comisiones que los repartidores percibían, por tanto los condenan a dejar esta actividad porque será imposible que puedan vivir con los bajos ingresos de las comisiones.
Son cientos, tal vez miles de familias que dependen de esta actividad empresarial en forma legal o informal, lo que ya se considera una estrategia para la creación de la empresa Gas Bienestar que el presidente de la República anunció para colocar el combustible a bajo precio, pero se desconoce si el gobierno tendrá la capacidad para llevar el gas a todos los consumidores.
Los expertos consideran esta una victoria relativa del gobierno federal, porque los términos jurídicos en los que se dio no son los adecuados y si los repartidores se amparan hay condiciones jurídicas para eliminar esta medida, porque la Secretaría de Energía no la tomó considerando los cauces constitucionales, en fin que esta historia apenas comienza porque están en peligro miles de empleos.
Y si es parte de la estrategia para crear la empresa Gas Bienestar, se mantiene la estrategia presidencial de afectar a miles de familias, para mantener una estrategia electoralista, en una seria contradicción porque se asegura que este mes la Comisión Federal de Electricidad (CFE) aumentará la tarifa doméstica en un 20 por ciento, mientras se prepara para populistamente ofrecer Gas LP a bajo precio.