Alberto Witvrun.- Con la claridad de que Julio Menchaca Salazar gobernador y jefe político de Movimiento
de Regeneración Nacional (Morena) tiene solo relación institucional con la Universidad
Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), que en su campaña no conversó y menos
negoció con sus operadores y que en diciembre de 2017 Gerardo Sosa Castelán pretendió
arrebatarle la candidatura al Senado; el Clan Universitario busca sobrevivir a través del
Partido del Trabajo (PT).
Gerardo Sosa, lo sabía, y se protegió negociando con Alberto Anaya Gutiérrez, la
franquicia petista en Hidalgo en junio de 2020 aunque mantuvo posiciones en Morena,
pero no esperaba una situación como la actual en que perderá sus fracciones
parlamentarias y le urge que PT crezca; no será fácil, porque en la elección de gobernador
logró 25 mil votos.
La apuesta es su hermano Damián Sosa Castelán postulado a la Cámara Alta por el PT,
aunque las cifras indican que será difícil superar a la coalición Fuerza y Corazón por
México, que se estima con las deserciones priista rebasará los 200 mil votos, mientras que
Movimiento Ciudadano (MC) tiene un piso de 33 mil votos.
Por lo pronto quedaron fuera de las diputaciones federales de Morena y, tendrá que ir con
candidatos, estructura y recursos propios, y hacer lo mismo en las elecciones para
diputados locales y ayuntamientos, porque los aspirantes que incrustó en la plataforma
morenista, no pasarán, por ello lleva a cabo alianzas como la de Cipriano Charrez Pedraza
en Ixmiquilpan para alcanzar el mínimo de votación estatal y tener representación en el
Congreso local.
La preocupación de Sosa Castelán, no es menor, acostumbrado a sobrevivir de situaciones
peligrosas, sabe que sin contrapeso en la próxima legislatura no podrá impedir una
reforma a la Ley Orgánica de la UAEH, que le quitaría el control sobre su fuente de poder
desde hace cuatro décadas.
