Alberto Witvrun. – Con una larga cadena de errores y abusos el conflicto con los vendedores de juguetes fue la gota que derramó el vaso de la tolerancia que el presidente municipal Sergio Baños Rubio tuvo para su cercano colaborador el ixmiquilpense Waldo Genoni Pedraza García que acumuló toda clase de señalamientos desde que fue nombrado secretario del ayuntamiento capitalino en lugar de Héctor Fragoso en julio de 2021.
Como secretario de Administración fue acusado de despidos injustificados para colocar a amigos, protagonizó escándalos en bares; fue responsable del enfrentamiento con el dirigente sindical Percy Espinosa y señalado de pedir un millón de pesos para liberar el pago de una factura por 2 millones 108 mil 160 que la administración de Yolanda Tellería adeudaba a la empresa Camla propiedad de Carlos Eduardo Malanco Aguilar.
Su falta de tacto y sensibilidad política provocó distanciamiento con varios regidores priistas por estar identificados con el alcalde suplente Benjamín Rico Moreno, también se conocieron sus contubernios con la Síndica Procuradora Erika Trujillo para dar “apoyos” y posiciones, su pésimo manejo de las sesiones de asamblea provocó problemas y divisiones internas hasta una demanda en contra del alcalde por violencia política de género.
Al ser detenido su particular en el Alcoholímetro intento liberarlo y amenazó con meterse en la vida privada de periodistas que publicaron sus yerros además filtró información de funcionarios municipales que no comulgaban con su “estilo de hacer política”, lo que sumado constituyó traicionar la confianza de su jefe y amigo Sergio Baños que decidió poner fin a la cadena de excesos de este personaje.
Gerardo Reyes Monsalvo es quien lo releva y con la experiencia vivida Baños Rubio tiene la oportunidad de corregir políticas y estrategias para responder mejor a la expectativas de la ciudadanía que aún esperan mucho del exitoso empresario que tiene en la alcaldía de Pachuca su primer cargo público de elección popular.