Lauro Campos.- Mientras las miradas del ciclismo mexicano se enfocaban en el Mundial de Ruta, Edgar Cadena optó por un camino distinto, pero igual de desafiante.
Este sábado, el corredor hidalguense afronta un nuevo compromiso internacional en la edición 60 del Milán-Rapallo, una clásica italiana que, más allá del prestigio, representa una auténtica prueba de fondo para los talentos Élite y Sub-23 del continente.
La carrera, con salida en Milán y meta en la costera Rapallo, cubre 180 kilómetros llenos de contrastes, desde llanos veloces hasta ascensos que desgastan piernas y voluntad. En ese contexto, Edgar Cadena buscará destacar con el equipo Petrolike, donde comparte alineación con corredores como Uriel Chaparro y Sebastián Camargo.
La decisión de no asistir al Mundial, pese a haber sido convocado a última hora, obedeció a razones tácticas. Cadena prefirió mantener la línea de trabajo con su escuadra profesional y evitar cambios abruptos en su preparación física y mental.
Tras un meritorio puesto 25 en el Trofeo Matteotti, el ciclista hidalguense llega con ritmo y confianza a esta competencia clave.
El Milán-Rapallo no solo será una carrera más para Edgar Cadena; será una plataforma donde reafirme su crecimiento como uno de los grandes proyectos del ciclismo mexicano en Europa.