Tula de Allende.- En el seguimiento a la atención que el DIF Tula ha dado a la señora María Elena Lugo y al señor Nicolás Aguilar, vecinos de la comunidad de La Malinche, se realizó una visita interinstitucional en el domicilio de los adultos mayores con la presencia de los tres órdenes de gobierno para llevar a cabo más acciones de atención integral y especializada a ambas personas, que permanecían en el abandono.
Pese a que el gobierno local refiere que desde que se conoció el caso, (hace más de dos años) se ha atendido desde la alcaldía y el Sistema DIF Tula, vecinos de los septuagenarios refieren que la ayuda fue intermitente, por lo que se pronunciaron por firmar un acuerdo que garantice el apoyo vitalicio a los ancianos.
El gobierno local informó que ha asistido a las personas con gestiones y tareas donde la primera acción fue lograr la certeza jurídica en su derecho a la identidad de ambas personas mayores con el otorgamiento de su registro y acta de nacimiento, para con ello, acceder a mayores beneficios, en ausencia de una red de apoyo familiar.
Con la presencia de la presidenta del DIF Tula, Liliana Aguirre Mejía y del Instituto para la Atención de los Adultos Mayores del estado de Hidalgo, del Centro Gerontológico de esta localidad y personal de la Secretaría del Bienestar, se realizó la visita como parte del trabajo que se efectúa en atención a los grupos que se encuentran en algún estado de vulnerabilidad.
Ahí se abordó el hecho de que con el otorgamiento del registro de nacimiento y el acta respectiva, ambos adultos han podido continuar su inscripción a programas de asistencia social del gobierno federal donde permanecen a lista de espera de concluir el trámite para ser beneficiarios de la pensión para adultos mayores.
También en compañía del delegado de la Colonia la Malinche, la presidenta de DIF Tula, Lilí Aguirre, sostuvo que se ha dado atención a ambas personas por parte de las autoridades y con el apoyo y voluntad de los vecinos de la colonia La Malinche que han estado al pendiente de los adultos.
Por Miguel Á. Martínez