Juan Manuel Pérez. San Pedro Garza García, N. L.- A la salida de un restaurante fue detenido Raúl Batres originario de Pachuca, Hidalgo, quien llevaba cinco años prófugo de la justicia en España, donde está acusado de haber estafado dos millones de euros a más de 50 personas.
Perseguido por la Interpol, el hombre, de 36 años, había confeccionado en esta localidad de Nuevo León, una nueva vida: vivía en un fraccionamiento privado y había creado cuatro empresas, tres en el país y una en Estados Unidos. Nunca cambió su nombre.
En septiembre de 2020, los titulares en España estallaban: “Un supuesto inversor se fuga con dos millones estafados a sus clientes” o “El bróker huido que conducía Ferraris y volaba con su chica en helicóptero”.
El mexicano, originario de Pachuca de Soto, Hidalgo, había creado en la capital catalana BCN Training Academy, un espacio en el que enseñaba a invertir e invertía los ahorros de sus clientes. En anuncios pagados de webs especializadas todavía se lee: “Con más de 10 años de experiencia en los mercados financieros, Raúl comenzó a operar en 2014 y desarrolló su propia estrategia de trading y rápidamente se convirtió en un trader consistentemente rentable”.
En la página se define a Batres como fundador de la academia, licenciado en Finanzas por el Instituto Tecnológico de Monterrey y “Head Trader del Fondo de Inversionistas Privados”.
En julio, Batres y su prometida, la armenia Tatevik Aroyan, volaron a Frankfurt, Alemania, y de ahí, se esfumaron.
Las víctimas, representadas por José María Fuster-Fabra (el mismo abogado que ahora defiende al expresidente cántabro Miguel Ángel Revilla ante la demanda que le puso Juan Carlos I, rey emérito de España), ya pensaban entonces que el bróker podía haber regresado a México.
En 2023, incluso fueron notificados de que había sido detenido en un aeropuerto mexicano. En un movimiento incomprensible volvió a desaparecer hasta este 16 de abril.