Luego de que el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), iniciará sus labores y sustituyera al Seguro Popular, dejando sin trabajo a más de 325 empleados del Régimen Estatal de Protección Social en Salud del Estado de Hidalgo (REPSS), la mañana de este viernes se presentaron a la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH), para entregar un oficio y solicitar al titular de esta dependencia, Marco Antonio Escamilla Acosta, su recontratación tras desaparecer el programa.
De acuerdo con los ex trabajadores en días pasados le entregaron una misiva a Hernán Hernández Nava, personal del titular de la SSH, en el cual se refieren que “las indicaciones giradas por José Antonio Ferrer Aguilar, director Insabi, bajo el oficio CNPSS 1017-2019 emitido el día 30 de diciembre de 2019.
Documento dirigido a los secretarios de los Servicios de Salud y Directores Generales del REPSS, el 6 por ciento de los recursos totales transferibles a los servicios estatales de salud, para la atención a los beneficiarios de los servicios referidos, podrán destinarse al pago de los servicios personales correspondientes hasta la fecha de las personas que laboran para los regímenes estatales de protección social en salud en el concepto de gastos denominados preliminarmente ‘gastos administrativos’ y de operación”.
Por lo que, a voz de sus compañeros, una ex empleada quien solicitó mantener su nombre anónimo, resaltó que lo único que solicitan es que los 325 trabajadores sean absorbidos a las áreas de adscripción y les respeten la antigüedad que muchos han generado, puesto que algunos de ellos tienen entre 12 a cinco años.
Puntualizó que dentro del total de ex trabajadores se encuentran: operadores, orientadores, auxiliares o capturistas, quienes exigen una “certeza laboral” así como conocer qué pasará con ellos, puesto que varios de ellos laboraban en municipios aledaños como Huejutla, Omitlán, Huichapan y otros.
Otro de los asistentes, subrayó que la mayoría mantienen la esperanza de ser recontratados y poder continuar laborando, argumentando que las autoridades le solicitaron paciencia y esperar, sin embargo, los contratos ya terminaron y entró en función el Insabi, dejándolos “al aire”.
Por Itzell Molina