Juan Manuel Pérez. Zimapán.- Como medida preventiva, algunos habitantes de la comunidad de Campo Santo del Oro fueron evacuados derivado del incendio que se registra en el Parque Nacional Los Mármoles.
El presidente Alan Rivera Villanueva informó que debido a las condiciones climatológicas no se había podido controlar el fuego y se dieron indicaciones para evacuar a algunos pobladores de esta comunidad.
Él indicó que el fuego no ha llegado a las viviendas, sin embargo, como una medida preventiva se estaría evacuando a los ciudadanos debido a que el humo es muy intenso, por lo que estaban preparando el albergue de Trancas y algunos otros.
En el lugar se encuentran trabajando cinco personas de la Policía Estatal; 27 personas de las Brigadas Ejidales, nueve elementos de Protección Civil y tres de Seguridad Pública municipal, cuatro elementos de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), doce brigadistas de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), diez elementos de la Sedena y diez de Guardia Nacional, así como 5 voluntarios y dos brigadas correspondientes a Nopalillo y Pachuca.
También se cuenta con una motobomba, tres pipas de diez mil litros cada una, un vehículo todo terreno y una ambulancia para intentar mitigar los daños, que se estiman en diez hectáreas de terreno forestal.
Se dio a conocer que, hasta el momento, dos brigadistas pertenecientes a Protección Civil y Bomberos fueron atendidos por lesiones leves tras la caída de rocas, sin ameritar su traslado al hospital; aunque el incendio se encuentra todavía en etapa de control, no se tiene reporte de peligro para la población local.
A través de un comunicado emitido por el Gobierno Estatal, se informó que a causa del viento y hojarasca, el incendio se reavivó y se propagó de forma alarmante a la localidad de La Mesa.
Ante esta situación de emergencia, el Gobierno del Estado de Hidalgo pide a los habitantes de las comunidades cercanas al incendio que estén pendientes de las indicaciones e información de las autoridades correspondientes.
Los pobladores de las comunidades vecinas en todo momento habían advertido que el incendio seguía devorando el bosque, por lo que pedían ayuda a otras poblaciones así como a los gobiernos estatal y municipal.