Tizayuca.- Vecinas del fraccionamiento Villa Magna, del municipio de Tizayuca, manifestaron su molestia por las condiciones en que se encuentra la primaria Elisa Acuña Rosetti, la cual dirige Francisco Martínez Pérez y atiende a un promedio 200 alumnos.
En voz de un grupo de vecinas -representadas por Ana Bonequi Arenas vecina, integrante y vocal del Comité de Padres de Familia de esta institución- el plantel educativo se encuentra en una situación deficiente e insalubre.
En entrevista, padres de familia aseveraron que desde la llegada de Martínez Pérez al frente de la dirección de la escuela, la institución presenta descuido en las instalaciones, así como nulo avance en la mejora de la infraestructura, acumulación de basura al interior de las aulas y en el patio de recreo.
Además de que se hace uso indebido de la biblioteca ya que se utiliza como almacén y desayunador de los profesores; también hay escombro y materiales peligrosos regados en aulas y patio que colocan en riesgo la integridad de los menores alumnos, baños en mal estado.
Aseguraron que hay infestación de pediculosis y un brote de hepatitis que no fueron atendidos, ni puestos en conocimiento de la autoridad sanitaria, para su adecuado control y tratamiento.
María Divina Avilés Hernández, Lucia Ramos Hernández, María Guadalupe Andrade Villareal, Eufemia Herminia Martínez Vizcarra, Erika Reina Herrera Zambrano, Esther Cruz Frutis y Vanesa Esquer Cárdenas; se dijeron vocales y miembros de la Asociación de Padres de Familia de la primaria Elisa Acuña Rosetti.
Las entrevistadas supuestas integrantes del mencionado comité declaran que no sólo la mala higiene impera en la escuela, sino también opacidad en las cuentas de gasto corriente de la institución, pues aseveran que llevan casi seis meses que no se realiza ningún informe del estado de cuenta que guarda este órgano administrativo, dirigido por Angélica Morales López.
Los quejosos piden intervención de la autoridad educativa y municipal correspondiente, en beneficio del estado en que sus hijos toman clases a diario.
Por Imelda Córdova