Juan Manuel Pérez.- En una operación encabezada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), un total de 464 armas de fuego, 339 cortas y 125 largas, fueron destruidas en las instalaciones de la 18va Zona Militar.
La decisión de la Sedena de destruir estas armas tiene como objetivo neutralizar cualquier posibilidad de que vuelvan a caer en manos equivocadas. El armamento había sido recuperado en una serie de operativos anteriores en la región, y esta destrucción es un paso vital en la constante batalla contra los grupos criminales que amenazan la seguridad pública.
Además de las armas, se deshizo de ocho mil cartuchos de distintos calibres. El proceso de destrucción se realizó a través de cortadoras especializadas, asegurando que estas armas ya no puedan ser utilizadas con fines ilícitos.
Cabe destacar que las armas que son de uso exclusivo del Ejército se preservan para ser destinadas a las fuerzas del orden en caso de necesidad. Esta medida refleja el compromiso de las autoridades por salvaguardar la seguridad de la población y prevenir que el armamento en manos equivocadas pueda generar más daño.
La destrucción de este armamento marca un paso significativo en la lucha continua contra la delincuencia organizada en Hidalgo y envía un mensaje claro sobre la determinación de las autoridades para mantener la paz y la seguridad en la región.