Con un salomónico empate a ceros terminó la primera semifinal entre el Pachuca y Cruz Azul, en el estadio Hidalgo, que de alguna manera pone en ventaja al conjunto hidalguense, porque no permitió el gol de visitante y con un empate a uno o más goles los Tuzos calificarían a la gran final.
El planteamiento defensivo de ambas escuadras fue determinante en este encuentro, donde los porteros, Ustari, por los Tuzos y Corona, por los cementeros, fueron determinantes en mantener vírgenes sus metas.
En este caso, el Pachuca se vio presionado por una defensiva sólida, que le impidió marcar la ventaja y llegó el momento de negociar el resultado, de mantener el cero cero, que de alguna manera le conviene al Cruz Azul, por jugar de local su siguiente y definitivo encuentro, en el Azteca.
Tanto los Tuzos, como la Máquina vieron transcurrir los minutos sin poder concretar y llegó el momento en que ambos equipos cuidaron el marcador, sin mostrar el interés por hacer el gol de la diferencia.
Sí, hubo jugadas verticales y con profundidad, que se convirtieron en algunos peligros, pero en el fondo los arqueros tuvieron espectaculares atajadas, que fueron determinantes para mantener vírgenes sus metas.
Ahora, todo se mantiene con la moneda en el aire y se decidirá en el fin de semana n el estadio Azteca, donde la Máquina tendrá una ventaja relativa, aunque los Tuzos no están descartados del triunfo, por lo que vienen jugando.
Por F. Lozada