Alberto Witvrun.-Si bien fue cordial el primer acercamiento entre el presidente de Nueva Alianza Hidalgo (Panalh) Sergio Hernández Hernández y el delegado de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) César Cravioto Romero, para hacer valer la intención de construir nuevamente una coalición para la elección de gobernador de Hidalgo, no será fácil alcanzar acuerdos.
Si bien el candidato saldrá de las filas de Morena, este puede ser un punto divergente pero no el definitivo porque la dirigencia nueva aliancista esta tras un proyecto donde se considere la educación como prioridad, no solo conseguir posiciones en el gabinete en caso de que se llegase a ganar además de evaluar en qué condiciones concluye el proceso interno de selección de candidato, que se prestó al manoseo, la guerra sucia y el rompimiento.
Cravioto Romero fue cauto, es buen negociador y sus planteamientos son responsables, sabe bien que la selección de candidato a gobernador no es nada tersa, que la convocatoria tuvo descuidos y ello permitió que la primera etapa se convirtiera en un grotesco espectáculo con 52 aspirantes ya aprovechado por sus adversarios por la falta de seriedad y algunos nombres que aparecieron.
Más ahora que en el escenario nacional está la fuga de reos del Cereso de Tula, porque al jefe del grupo delincuencial Pueblos Unidos, se le asocia con los grupos Los Emes y Los Ades, a los que fue vinculado en conferencia del presidente Andrés Manuel López Obrador el ex presidente municipal de Ixmiquilpan Pascual Charrez Pedraza que junto a su hermano Vicente fueron unos de los 52 aspirantes registrados.
Quedó claro, que no con cualquier candidato ganan, por ello queda abierta la posibilidad de que Nueva Alianza Hidalgo, se saque su As Bajo la Manga y vaya solo a la contienda que lo consolidaría como el único partido político estatal y le daría en futuros proceso la condición de bisagra, pero el primer acercamiento ya se dio para construir nuevamente la coalición Juntos Haremos Historia, proceso que no será fácil en estas negociaciones, que jugarán un papel estratégico en el proceso constitucional.