Miguel Á. Martínez / Tula de Allende. El reciente fin de semana, pese a la oposición ciudadana, personal de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), comenzó el revestimiento del río Tula, como parte de las obras y acciones del Plan Hídrico de la demarcación, propuesto por la dependencia federal a fin de prevenir inundaciones en la ciudad.
De acuerdo con residentes de la Ciudad de los Atlantes que resultaron afectados por la inundación de septiembre, y que están aglutinados en La Gran Asamblea de Damnificados Tula 2021, el encementado comenzó desde el pasado sábado, porque la Conagua aprovechó que se atravesó el fin de semana y que la gente estaba distraída para que no intervinieran para parar el recubrimiento como se había advertido.
Mediante un comunicado, el colectivo criticó que la Comisión Nacional no hubiese empezado por limpiar y rectificar el cuerpo de agua, sino que directamente comenzaron con el revestimiento, lo que demuestra que “les valió” las opiniones técnicas de expertos locales e internacionales sobre el tema, y sobre todo la opinión de la gente, “por el contrario, mejor privilegiaron los intereses de unos cuantos”.
Cuestionaron que a pesar de la destrucción del ecosistema del río y los daños medioambientales que este traerá consigo, sobre todo por el aumento de agua negra que supone el Plan Hídrico de Tula no haya autoridad municipal alguna que se “faje” los pantalones para detener las atrocidades de la Conagua, sino que, al contrario, los están solapando, pese a que atentan contra el bien común.
Adicionalmente, el texto condena que, para imponer la obra, se hayan utilizado grupos de choque, armados, para que los opositores al revestimiento no se atrevieran a parar las labores.
Asegura que los grupos subversivos iban acompañados y fueron respaldados por funcionarios de la alcaldía y miembros del ayuntamiento, a quienes calificaron como traidores, y adelantaron que pronto darán a conocer sus identidades, para que los tulenses sepan a quien repudiar.
A partir del 6 de septiembre y durante toda la segunda y tercera semana de ese mes del año anterior, el centro de Tula y nueve localidades de la demarcación sufrieron una inundación sin precedentes, que afectó a más de 35 mil personas.
Ante ello, la Conagua, generó el Plan Hídrico de Tula que contempla la rectificación, ampliación y revestimiento del principal afluente del municipio, mediante el que se pretende ampliar el volumen de agua que sea capaz de captar el río Tula, cuyo desfogue pasaría de 250 a más de 640 metros cúbicos por segundo.
Un importante sector de la ciudadanía de Tula, principalmente, damnificados de la inundación, aglutinados en La Gran Asamblea de Damnificados Tula 2021, están en contra del revestimiento por considerar que significaba el exterminio del ecosistema del río Tula y por implicar la desecación de los mantos acuíferos de la zona.
A pesar de la oposición ciudadana, y de grupos ambientalistas que se pronuncian en contra de la tala de más de 412 árboles de la ribera del afluente, el revestimiento del mismo comenzó el pasado sábado.