Abrirán al público los balnearios, parques acuáticos y centros eco turísticos del estado de Hidalgo bajo los protocolos de seguridad que garanticen la salud de sus visitantes y empleados una vez que las autoridades determinen una fecha exacta en la cual se retorne a la «Nueva Normalidad».
Tras las pérdidas millonarias que el sector ya registra hasta este momento, debido a la clausura de sus espacios por orden de los gobiernos federal y estatal como medida de contención del contagio de Covid-19, la Asociación de balnearios, parques acuáticos y centros eco turísticos del estado de Hidalgo (ABEH), dio a conocer que se prepara para reanudar actividades, por lo cual trabaja coordinadamente a nivel nacional con la AMPABA en la creación de un protocolo preventivo que contempla 70 acciones para que los visitantes estén seguros.
La ABEH consideró beneficioso que las instalaciones de estos espacios cuenten con grandes extensiones de áreas verdes, lo que promueve el distanciamiento físico para guardar la sana distancia reglamentaria. Defendió como fundamentales las actividades recreativas, para recuperar el equilibrio emocional de la sociedad, después de un largo periodo de encierro, a la par que su funcionamiento abona al desarrollo económico de los municipios, de acuerdo a la carta firmada por Anel Torres, presidenta de la agrupación.
Bajo este contexto, la petición de los agremiados es que los gobiernos estatal y federal emitan semáforo verde con una fecha puntual para volver a laborar.
Los centros turísticos llevan dos meses sin actividad, por lo tanto, han dejado de percibir ingresos; en el caso del corredor de balnearios, sus servicios cesaron desde el 24 de marzo, en medio de enfrentamientos violentos con los visitantes que se negaban a abandonar las instalaciones del parque acuático conocido como «El Tephé».
Este año, debido a la cuarentena, en semana santa la pérdida para este giro fue por más de mil 200 millones de pesos, tomando en cuenta la referencia del mismo periodo el año anterior, calculado la secretaria de turismo.
Por Eunice L. Rodríguez