Durante un recorrido con los medios de comunicación por las instalaciones de la Casa de Descanso del Sistema DIF estatal “María Elena Ramírez de Lozano” el encargado del lugar, Luis Antonio Andrette Ocádiz, informó que este espacio de asistencia tiene un cupo para 20 adultos mayores, actualmente se le brinda el apoyo a 18 personas, 14 mujeres y 4 hombres que comparten diversas actividades físicas y ocupacionales para mejorar su condición.
Desde septiembre del 2003 la Casa de Descanso “María Elena Ramírez de Lozano” tiene a su cuidado a 18 personas de la tercera edad, quienes deben cumplir con ciertas especificaciones para poder ser ingresadas, entre las más destacadas: valerse por sí mismo, tener más de 65 años y sobre todo estar a cargo de mínimo tres familiares.
Subrayó que antes de entrar es necesario que sean evaluados por un médico y se les realicen los estudios correspondientes para determinar su estado de salud, para verificar si puede o no ser recibido en la casa, y en caso de tener alguna enfermedad crónica el ingreso resulta negado debido a que no cuentan con el personal, equipamiento e instrucciones necesarias para el cuidado oportuno de estas situaciones.
Informó que para atender enfermedades los familiares de los personas mayores se hacen cargo de llevarlos al doctor así como llevar los medicamentos que requieran, y las enfermeras de la Casa se encargan en los cuatro turnos (matutino, vespertino, nocturno y fin de semana) de darles en tiempo y forma sus medicinas para evitar algún descontrol.
Andrette Ocádiz, explicó que las personas que ingresan pagan una cuota de dos mil 500 pesos al año así como dos mil pesos de mensualidad, lo cual incluye servicio de alimentación balanceada y acorde a sus necesidades, servicio de lavandería, área de enfermería, dormitorios, sala de descanso, capilla, entre otras más, y son atendidos por cerca de 10 personas que se encargan de estar al pendiente de ellos.
“Nadie es ingresado a la fuerza eso está prohibido, todos deben estar por su propia voluntad, y quienes les cuesta los aceptamos por día: o sea, solo por ratos y ya después ellos mismo piden quedarse al ver que es un ambiente armónico y propicio a su edad”, recalcó.
Por Itzell Molina