Alberto Witvrun.-La descalificación que un creciente número de alumnos hace del proceso para elegir al presidente de la sociedad de alumnos del Instituto de Ciencias Básicas e Ingeniería (ICBI) no descubre nada, solo confirma la vocación antidemocrática en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) y el doble discurso del jefe del grupo político que mantiene en su poder a la institución Gerardo Sosa Castelán.
Ante el temor de alternativas que derrotaran a las propuestas de la Secretaría General, la convocatoria fue amañada, sesgada y marginal con requisitos imposibles de cumplir para cualquier alumno que no fueran los escogidos previamente, porque pedía carta de antecedentes no penales y constancia de estudios, cuando 48 horas después se cerraron los registros.
Los candidatos no solicitaron el voto para evitar que fueran recriminados por lo viciado del proceso, la elección ya tuvo lugar y aún no se conoce al ganador, pero nadie se sorprenda si es Ángel Batalla Leines, sobrino del diputado local petista Osiris Leines Medecigo, peón de Gerardo Sosa o Ángel Quezada, amigo del presidente del Consejo Estudiantil Universitario Esteban Rodríguez Dávila, cuyo periodo estatutario terminó en septiembre de 2021.
El mismo que obedeciendo a sus jefes políticos amenazó a alumnos para ir a la marcha de Qué siga la democracia, para promover la revocación de mandato, porque era un ejercicio democrático ya que Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) entregó este membrete al Clan Sosa a través de la ex diputada, Marivel Solís, para darle instrumentos de negociación política que le ayuden a resolver el proceso penal que le siguen por desviar recursos de la UAEH. Así utilizan la autonomía para mantener control caciquil, que olvidan cuando ponen a la comunidad universitaria al servicio de los intereses de Gerardo Sosa, que la ofrece a los partidos primero al PRI, después al PAN, luego a MC, ahora a Morena como “lana y estructura” para conservar privilegios; lo interesante ahora es que las voces críticas surgen del interior y, en el ICBI, tendrán dirigente estudiantil que con trampas será “legal” pero no legítimo.