Tula de Allende. A convocatoria de la dirección de Reglamentos y Espectáculos de la alcaldía, ayer, cerca de 200 comerciantes del primer cuadro de la ciudad, además de propietarios de giros rojos acudieron al palacio de gobierno a fin de llegar a acuerdos con la autoridad local para no verse nuevamente obligados al cierre de establecimientos ante la emergencia sanitaria provocada por la covid-19.
No obstante, a pesar de que los mercantes fueron convocados por el municipio, al final, la reunión se canceló, debido a que el titular de la dirección antes citada, José Luis Ortiz Villegas, señaló que tenían otro asunto urgente que requería de su atención, aunque no aclaró cuál.
Pese a que el titular pidió la comprensión de los comerciantes y dijo que reagendaría la mesa de trabajo a la brevedad posible, la anulación del diálogo causó la molestia de los locatarios, quienes decidieron manifestarse por un par de horas en la puerta trasera de la presidencia municipal, puesto que al frente del palacio municipal, el alcalde Manuel Hernández Badillo, realizaba la entrega de cabezas de corderos.
Los inconformes dijeron que no serán capaces “de aguantar” otro cierre comercial, puesto que son muchas las mermas económicas que han tenido a partir de la pandemia. Recordaron que la vez pasada, que se mantuvieron cerrados de abril a julio, ya significó una gran pérdida, como para que acepten una nueva restricción.
Indicaron que, a partir de la anterior orden de bajar las cortinas durante tanto tiempo, algunos comercios ya no pudieron recuperarse y quebraron irremediablemente.
Por Miguel Á. Martínez.