Alberto Witvrun.- El triunfo al 2 por 1 de Juan Carlos Nava Rubio para ocupar la presidencia de la delegación
Hidalgo de la Cámara Mexicana de la Industria de la Transformación (CMIC) ubica a Félix
Adrián Brambila Mendoza en el Ojo del Huracán por la fundada sospecha de que “metió”
la mano en el proceso al grado de ubicar en la primera fila del evento en el Tecnológico de
Pachuca al ahora nuevo presidente de este organismo empresarial un día antes de la
elección.
Pero esto es lo de menos a quien se le mencionó en campaña y en el proceso de transición
como posible secretario de Obras Públicas, lo que tiene en la mira de los constructores es
la insistencia en que se alió al “constructor consentido” del gobierno anterior Antonio Díaz
Zenteno y la omisión para investigar a su antecesor Enrique Azpeitia Medina que entregó
más del 60 por ciento de la obra del Instituto Hidalguense de la Infraestructura Física
Educativa (Inhife).
Secreto a voces que el favoritismo para Díaz Zenteno tenía como finalidad el
financiamiento de actividades políticas, por ello le urge a Brambila Mendoza un deslinde
de estas versiones y tendrá que darle transparencia a este organismo que en los últimos
tres gobiernos actuó en total y completa opacidad y, no se requiere realmente procesos
sofisticados para encontrarle la hebra a la madeja hacía el destino de las “aportaciones”
derivadas de tanta obra.
Hay un sector de constructores incluso una buena cantidad de los que dieron su voto a
Juan Carlos Nava, que sostienen no permitirán los abusos que se cometieron en este
organismo y en general en la asignación de obra pública, uno de ellos que aparece en el
video de apoyo al nuevo presidente de la CMIC, señaló que los constructores ayudarán al
gobernador a evitar la corrupción…concursos, licitaciones transparentes tendrán que ser.
