Miguel Á. Martínez. Tula de Allende.- Este 2024, la zona arqueológica de Tula registró una visible y notable disminución en el número de turistas que asisten al centro ceremonial a “cargarse” de energía, en el marco del cambio estacional de invierno a primavera.
Todavía el año pasado, el 21 de marzo, la antigua orbe tolteca tuvo en este día un aproximado de 18 mil visitantes, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), mientras que ayer, a falta de cifra oficial por no estar disponible todavía, se observaron un aproximado de 10 mil.
Esta disminución fue confirmada por personal del recinto ceremonial, quienes explicaron que obedeció a que el cambio estacional “cayó entre semana y en viernes no hay puente”, pero dijeron que, en contraste, los tres días del fin de semana y sobre todo domingo, en que la entrada es gratuita, se espera que el promedio de paseantes sea de 6 mil.
Esto, explicaron, es un incremento considerable tomando en cuenta que el promedio diario de afluencia es de 250 personas.
Las fuentes consultadas, que prefirieron no ser identificadas por no estar autorizadas, sostuvieron que en la anualidad anterior quizá hubo más turistas porque fue el primer año en que la entrada se permitió ya sin ninguna restricción, tras la pandemia de coronavirus.
Respecto a la toma de energía, paseantes como Roberto Saldívar González, de la Ciudad de México, dijo que fue un privilegio poder venir a los atlantes de Tula a renovar fuerzas, como lo hacían en la época prehispánica los antiguos toltecas.
Por separado, María Pineda Martínez, del Estado de México, señaló que más allá de la creencia de que uno se “carga” de energía cada 21 de marzo al mediodía, la visita en esta fecha fue una oportunidad excelente para conocer la zona arqueológica de Tula, porque a pesar de estar muy cerca de su entidad no había tenido oportunidad de venir.
Habló de la grandeza arquitectónica de los atlantes de Tula, pero a su vez criticó el deplorable estado de los vestigios, pues muchos se observan seriamente deteriorados: “Sin ser experta, algunos se ven con daños irreversibles, además que a la llegada a la vieja capital Tolteca nos encontramos con el museo de sitio cerrado”.
Cada año, en el marco del equinoccio de primavera, la zona arqueológica de Tula así como la mayoría del país, son visitadas por miles de turistas para renovar y cargar energía que toman del sol.
Este 2024 se observó una notable disminución en el número de paseantes, mientras que en 2023 se recibieron un aproximado de 18 mil, para el presente, de acuerdo a estimados de trabajadores de la zona, la cifra apenas llegó a los 10 mil.