Juan Manuel Pérez.- Las consecuencias de la negligencia al sistema penitenciario se han resentido al paso de los años. Fugas, riñas, asesinatos y consumo de drogas son el reflejo de la desatención de las prisiones hidalguenses y que hoy, nuevamente, están bajo la mira.
indica el Diagnóstico de los Centros de Reinserción Social de Hidalgo 2022, con el que la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH) identificó condiciones de hacinamiento y autogobierno.
Las penitenciarías ubicadas en Ixmiquilpan, Apan, Mixquiahuala y Huichapan son las que, de acuerdo con el organismo, presentan alta sobrepoblación; mientras que en Pachuca, Tulancingo, Jaltocán y Tula persiste el autogobierno.
Derivado de las visitas que realiza la institución, se detalló que no se cumplen con las condiciones para la permanencia de las personas que están en reclusión o en el proceso judicial.
Karen Parra, comisionada estatal de Derechos Humanos, informó que entre los puntos prioritarios de atención están el acceso a la salud, la alimentación, condiciones de hacinamiento y de autogobierno.
“El observarlos no nos hace omisos“, dijo, y reconoció que puede haber resistencia, pero la autoridad tiene la obligación de atender los 39 puntos que se emitieron en la Recomendación General que la CDHEH puntualizó a las secretarías estatales de Gobierno, Seguridad Pública y al menos siete dependencias más, que inciden en la vigilancia y atención a la población penitenciaria.