Miguel Á. Martínez. Tula de Allende.- Autoridades federales y estatales sostuvieron un encuentro con ejidatarios de distintos núcleos agrarios de Tula, quienes denuncian intentos de despojo de tierras relacionados con las obras del tren México–Querétaro y exigen una indemnización justa por las afectaciones que sufrirán sus parcelas.
Los campesinos se concentraron afuera del campamento del Ejército mexicano instalado en la zona de la Ciudad de los Atlantes, donde se llevan a cabo trabajos del proyecto ferroviario. Desde ahí expusieron sus casos particulares y demandaron la intervención de las dependencias competentes.
Durante la reunión, Alexis Ballinas, representante de la Dirección Central de Apoyo al Ordenamiento Territorial de la Procuraduría Agraria, explicó que la ley reconoce la posesión de la tierra después de un año de ocupación continua dentro de un mismo polígono.
“Esto significa que los ejidos deben reconocer a quienes han ocupado las tierras como beneficiarios legítimos”, señaló el funcionario ante los inconformes.