Arturo G. Alanis. Ixmiquilpan.- Un asalto a mano armada y el intento de incendio a un negocio constataron el crecimiento de índices delictivos en este municipio, en hechos que contradijeron a la alcaldesa Araceli Beltrán Conteras, quien presumió en recientes fechas que en Ixmiquilpan “no pasa nada y todo es tranquilidad”, lo que además reavivó la indignación y preocupación de diferentes sectores sociales.
El robo a punta de pistola ocurrió en las últimas horas, en contra de dos menores de edad, en las cercanías de la Plazuela Miguel Hidalgo y del ex convento de San Miguel Arcángel, ubicados en la zona centro, a no más de 500 metros de la comandancia de Policía y la alcaldía.
Los afectados solicitaron ayuda de policías municipales, describiendo al par de ladrones que los despojó de teléfonos celulares, pero resultó infructuoso el operativo de búsqueda y ni qué decir del inútil sistema de cámaras de videovigilancia, que costó varios millones de pesos.
A ese ilícito ya se había sumado la exigencia de “cobro de piso” a un establecimiento con venta de alitas, mediante amenaza dejada en una cartulina, por parte de supuesto grupo delictivo, a mediados de la semana, pero extraoficialmente se supo que ese tipo de intimidaciones se ha extendido durante las últimas semanas en la cabecera municipal.
Sin embargo, aquella amenaza fue cumplida apenas la noche anterior, luego de que un par de sujetos pretendió incendiar el negocio de alitas, estando dentro algunas personas; por fortuna no pasó a mayores el atentado, pero los responsables huyeron en una motocicleta.
Ante dichas situaciones y hasta la entrega de este reporte, Araceli Beltrán guardaba silencio, lo mismo el secretario de Seguridad Pública local, Mario Ibarra Francio, y menos han sido temas en los que regidores y síndicos exijan soluciones inmediatas a la alcaldesa, por lo cual en su conjunto siguen debiendo a la sociedad en los menesteres de brindar mayor seguridad y reducir índices delictivos.