Alberto Witvrun.-Asistimos ayer a un proceso histórico que aún no concluye porque las cifras oficiales se
conocerán el miércoles, aunque es claro que el Programa de Resultados Preliminares
(Prep) estableció el resultado de la jornada comicial favorable a Julio Menchaca Salazar al
mismo tiempo que la máxima expresión del fenómeno cuyo nombre fue acuñado en esta
columna en su entrega del 16 de enero de 2019: AntroPRIfagia.
Un tema en el que habrá que abundar en los siguientes días, porque contribuyó a la
derrota el transfuguismo de personajes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que
inició tras la derrota en noviembre de 1998 de José Guadarrama Márquez en la elección
interna de la que surgió candidato Manuel Ángel Núñez Soto.
Los priistas desde entonces empezaron a devorarse entre sí, baste recordar el pasaje
donde 6 diputados otorgados al Frente Democrático Hidalguense (FDH) de José
Guadarrama se unieron a la oposición y estuvieron cerca de “derrocar” como coordinador
de la 57 Legislatura local Jorge Rocha Trejo, que después emigrarían al Partido de la
Revolución Democrática (PRD).
Episodios recientes fueron la confrontación de los equipos del secretario de Gobernación
Miguel Ángel Osorio Chong y del Gobernador Francisco Olvera Ruiz, que si no fuera por el
primero no hubiera llegado a la primera magistratura, la otra fue la oposición de Olvera
Ruiz a que su sucesor fuera Omar Fayad Meneses, que provocó la desestructuración del
PRI que hace seis años ganó apenas 22 de 84 ayuntamientos.
Ahora personajes a quienes acusan de traidores porque gracias al PRI aseguraron su
futuro económico y el de varias generaciones de sus familias se fueron a apoyar el
proyecto contrario, quienes permanecen en el PRI sostienen que nada los justifica; habrá
que preguntar sus razones para ser parte de la AntroPRIfagia, porque no tendrán cabida
fácil en Morena o en el próximo gobierno.
