Alberto Witvrun.-En su conferencia mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador, al hablar sobre la transparencia en las universidades públicas, pareció dar el perfil del presidente del Patronato de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) Gerardo Sosa Castelán al acusar cacicazgos y malversación de recursos en instituciones de educación superior.
La UAEH desde 1982 está bajo el control unipersonal de Gerardo Sosa, que un lustro después bajo las siglas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) logró imponer 15 presidentes municipales e influir en los sindicatos del gobierno estatal, Salud y en el Minero, además de una red de funcionarios públicos de ministerios públicos a responsables de área.
Con el apoyo del ex gobernador Jorge Rojo Lugo, impuso como rector a Juan Alberto Flores Álvarez; ya solo con la opinión del huichapense a Juan Manuel Menes Llaguno a quien no dejó concluir su segundo periodo, para llegar él a la rectoría en mayo de 1991 terminando ese periodo y elegirse para uno nuevo, consolidándose como amo y señor de la UAEH.
Diputado local por voluntad de Rojo Lugo, fue dos veces diputado federal en 2000 y 2006 por el PRI, intermedio en el que fue presidente estatal de ese partido, mientras imponía como rectores a Juan Manuel Camacho Bertrán y +Luis Gil Borja quien llegó tras un accidente automovilístico en que perdió la vida José María Sánchez, a quien Gerardo Sosa ya le había comunicado su decisión de llevarlo a la rectoría.
Se dio tiempo para ser dos veces precandidato priista a gobernador y en venganza por no haber sido candidato a senador en 2006, empezó a inmiscuirse a otros partidos e incluso intento formar un partido político estatal, hasta que logró convencer a la dirigencia de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) de que tenía “lana y estructura” y hoy tiene al servicio de sus intereses a tres diputadas federales y nueve diputados locales.
El mensaje presidencial dirigido a Raúl Padilla López, que mantiene el control en la Universidad de Guadalajara (UdeG), le acomoda a Gerardo Sosa que tiene en el jalisciense a su gurú, y ya se dice que el bloqueo a las cuentas de la UAEH, investigación que continúa, puede ser el laboratorio para como dijo el presidente desterrar de las universidades públicas a caciques convertidos en emblemas de cómo se controla el poder, como si fueran sindicatos.