Miguel Á. Martínez. Tula de Allende.- Comerciantes ambulantes del primer cuadro de Tula y calles aledañas no descartan efectuar otro bloqueo si la dirección de Reglamentos de la alcaldía no cede en la determinación impuesta de no permitir a los informales vender los días martes, es decir, recortar un día de actividad a la semana.
El pasado 4 de febrero, los mercantes dispusieron de un cerco vehicular en el cruce de las calles Zaragoza y Leandro Valle del centro de la ciudad, en protesta por la disposición de las autoridades de quitarles un día de trabajo, pese a las afectaciones económicas que ello implicaría.
Luego, la tarde del viernes de la semana pasada, hubo una mesa de diálogo entre el municipio y los comerciantes, en la que los ambulantes y puesteros semifijos pretendían apelar a la sensibilidad de las autoridades municipales, quienes no se dejaron presionar y reiteraron que los informales debían de recortar un día de actividades.
Ante ello, miembros de este gremio, quienes pidieron reservar sus identidades por temor a represalias, dijeron que si la alcaldía y dirección de Reglamentos insisten en restringir su trabajo por un día pese a que perjudican su economía familiar, los obligarán a cerrar calles por segunda ocasión.
Cabe recordar que el director de la citada área municipal, José María González Hernández, dijo apenas hace unos días que de este recorte en los días de trabajo no aplicaba para las marchantas de 5 de Mayo (vendedoras de productos del campo, provenientes del occidente de Tula), sino solo al resto de ambulantes, a quienes hacía falta regular.
En breve entrevista explicó que lo que se pretende regular es sobre todo a quienes acaparan giros o a quienes tienen varios puntos de venta y son de una misma persona.
«Por ejemplo, hay quienes venden en carretillas o triciclos y tienen más de diez lugares en la vía pública, sobre ellos es quienes queremos generar un orden».