Miguel Á. Martínez. Tula de Allende. A tres meses y cinco días de que registraran pérdidas totales, a consecuencia de las inundaciones del pasado septiembre en el centro de Tula, dos cadenas comerciales situadas en la avenida Zaragoza esquina con Leandro Valle y una sucursal bancaria se encuentran casi listas para su reapertura, los inmuebles ya están a punto de finalizar su remozado y equipado.
De hecho, una cadena ya reanudó actividades anteayer, se trata de Farmacias del Ahorro, en la sucursal de Zaragoza; por su cuenta, la también droguería, Farmacias Guadalajara, ya se encuentra remozada y equipada, pero no ha reiniciado movimientos comerciales, finalmente las instalaciones de Banamex, situadas en el mismo polígono, están por acabar de rehabilitarse.
Cabe resaltar que, de acuerdo con recorridos de este medio se ha observado que, a más de 90 días de la sumersión, que provocó daños totales en un aproximado de 600 comercios de la zona centro -según censos de la Cámara Nacional de Comercio Tula (Canaco)- al menos el 20 por ciento, aún no logra reabrir ni recuperarse.
Diversos locatarios que resultaron con mermas, como Luis Ernesto Lozada, del circuito ubicado en la plaza Constitución, los comerciantes que han logrado reinvertir en sus negocios, sólo lo han conseguido endeudándose con créditos, por los que les cobran intereses altísimos.
En este sentido, otro mercante, Antonio Barrera, dijo que, en su caso, tiene un interés del 12 por ciento, que, “a todas luces abusivo”, pero señaló que no tuvo alternativa en adquirirlo, dado que se quedó sin una fuente de ingresos con qué sacar adelante a su familia, y, sin apoyo económico de los tres órdenes de gobierno, “qué iba yo a hacer”, cuestionó.
Afirmó que las cadenas comerciales más grandes, quizá puedan darse el lujo de no trabajar por tres o hasta más meses, pero que el pequeño comerciante, que va al día, tiene que hallar la manera de subsistir día a día.