Miguel Á. Martínez. Tula de Allende.- Vecinos del centro y la Unidad Habitacional Pemex (UHP), externaron su preocupación ante el riesgo de explosividad que presuntamente persiste en la zona, debido a la descarga de combustibles en el emisor central de la refinería Miguel Hidalgo de Petróleos Mexicanos (Pemex), que realiza la paraestatal.
Residentes y locatarios de la periferia, han reportado malos olores las últimas semanas, “como a gas L.P.”, pero dijeron que sospechan eran producidos por agua y lodos podridos del canal Tula.
Los denunciantes dijeron que tal postura cambió a partir del 12 de marzo, cuando se descubrió que el mal olor provenía del emisor central de la refinería, por el que se desfogó un líquido más negro que los residuales del canal que cruza el centro de la ciudad.
“Nunca supimos qué residuo o combustible era, porque ninguna autoridad ni el personal de Pemex lo aclaró y se generó alarma ante la falta de versión oficial”.
Llamaron a la Secretaría del Medio Ambiente, a la Comisión Nacional del Agua (Conagua), o la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) para que acudan a la Miguel Hidalgo a supervisar qué es lo que ocurre, porque no se puede permitir que haya riesgo para la población.
17 días llevaban los vecinos del centro y de la UHP, además de locatarios del polígono denunciando malos olores emanados del canal Tula a donde desemboca el emisor central de la refinería Miguel Hidalgo.
2 alertas de gran magnitud a partir de esta anomalía se han suscitado en Tula en las últimas tres semanas, la primera de ellas, incluso ocasionó la evacuación de dos universidades.
3 son los puntos reportados como los de mayor pestilencia en el centro de Tula y la UHP y corresponden a los puentes Metlac, Zaragoza y Benicia (a donde desemboca el emisor central), y donde se produce gran acumulación de lodos y agua podrida.