Alberto Witvrun.-Este fin de semana sufrió un robo la casa familiar en Pachuca del reportero Axel Chávez colaborador de la revista Proceso que debe aclararse a la brevedad para de ser un delito común, por cierto cada vez más común en el municipio capital, descartar que este relacionado con su actividad profesional, porque aumentaría la escalada de agresiones a trabajadores de los medios de comunicación.
En los últimos meses se han registrado cinco agresiones dos fueron amenazas verbales, una más fue el abuso de policías municipales de Tula a un reportero y la siguiente ya escaló los niveles porque en Ixmiquilpan el reportero agraviado fue atacado cobardemente a golpes por quien parecía integrante de un cuerpo policial debido a su corte de cabello, ropa y calzado que vestía.
El más grave sucedió en Tepeji del Río donde fueron baleados el vehículo y domicilio de una reportera, quedando casquillos de un arma 9 milímetros y en todos los casos el avance en los procedimientos legales, simplemente se desconocen, por eso la urgencia de que estos tengan una conclusión y el robo quede aclarado, porque de sumarse a esta escalada obligaría al gremio a emprender acciones enérgicas.
Las autoridades deben entender que no basta con recibir las denuncias, estas se deben investigar y esclarecerse para definir cuales tienen que ver legalmente con el ejercicio profesional del periodismo y cuales no, para garantizar la actividad profesional de los periodistas y frenar posibles nuevas agresiones desalentando el clima de animadversión generada desafortunadamente desde la Presidencia de la República.
Nadie en el gremio periodístico quiere o pretende victimizarse, pero si preocupan estos acontecimientos y es claro que de tratarse en el caso de Axel Chávez un delito del fuero común, la voz de solidaridad con él, debe servir para que las autoridades de seguridad pública de Pachuca, corrijan o apliquen una estrategia que garantice la integridad física de los ciudadanos y proteja sus patrimonios.